Detrás de una mente sagaz, generalmente se encuentra un amante experimentado. Si de entrada pregunta: ¿Cómo estás vestida?, lo descarto por idiota. Alguien que inicie así una conversación erótica debe ser un modisto, no un amante. Detesto los rodeos: Te quiero mamar el clítoris, Cómete mi verga y trágate mi leche. Al grano.
La reina baila hasta morir, de Eve Gil (2007)
Ilustración de Flowsofly