Cuanto yo veo, huelo, gusto y siento,
todo se me hace coño; miro al cielo,
allí contemplo lo que luce hermoso,
y un coño se me torna el firmamento.
Si tierra toco, o el agua, o el fuego, o el viento,
pienso tocar el coño con su vello,
y si mi mente piensa en esos cuerpos,
se me transforma en coño el elemento.
Si huelo hierba o flor, madera o fruto,
todo lo que producen tierra y mar,
por doquier me figuro oler a coño.
En fin, si acaso quiero especular
sobre lo que en natura es bello o feo,
se me convierte en coño hasta el pensar.
Giorgio Baffo (siglo XVII)
Ilustración de Marta Pucci