emperifollados

Li Yu


Después de dormir un rato abrazados, Esencia de Jade despertó.
—Queridísimo, acabo de morirme. ¿Lo sabías?
—¿Cómo podía ignorarlo? Pero esto no se llama morir, sino correrse.
—¿Por qué se llama correrse?
—Los hombres tienen esencia masculina y las mujeres esencia femenina y, cuando llegan al clímax del placer, sueltan sus esencias. Pero, inmediatamente antes, todo el cuerpo, incluyendo la piel, la carne y los huesos, todo se ve abrumado por una languidez sensual y la mente se nubla como cuando uno está quedándose dormido. En ese momento emerge la esencia, y eso significa correrse. Esto aparecía en la quinta pintura del álbum. Tú lo viste, de modo que entiendes lo que quiero decir.
—Y, según tú, ¿se puede volver a la vida después de correrse? ¿No se muere una realmente?
—El hombre y la mujer se corren cada vez que lo hacen. La esencia de algunas mujeres emerge con mucha rapidez y hay algunas que se corren docenas de veces, mientras el hombre se corre una sola vez. ¡A eso le llamo yo placer! ¡Claro que no mueres!
—Por un placer como el que acabo de experimentar estaría dispuesta a morir. ¡Y pensar que ni siquiera tengo que morirme! En tal caso, a partir de ahora me correré todos los días y todas las noches.

La alfombrilla de los goces y los rezos, de Li Yu (1657)
Ilustración: Losing my mind, de Aiko Robinson (2019)
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