Sin embargo, si hay algo que he tenido claro desde el principio es que, puestos a elegir entre santa o puta, prefiero ser puta, porque son libres, tienen pistola y se lo pasan mucho mejor que las inocentes: atraen a los hombres a la perdición, follan como locas y aunque las maten igual que a las otras, oye, que les quiten lo bailao.
Debut, de Christina Rosenvinge (2019)
Dibujo: Espíritu iridiscente, de Dina Cantoni (2020)