emperifollados

Cantar de los Cantares

ÉL  ¡Qué guapa, qué atrayente,

mi amada, qué delicia!

Esbelta palmera es tu talle,

apretados racimos tus pechos.

¿Quién trepará a la palmera?

¿quién se agarrará a sus dátiles?

Son tus pechos los racimos,

tu aliento me huele a manzanas.

Tu paladar guarda vinos

generosos, que destila,

que moja labios y dientes.


ELLA  Yo soy de mi amado;

él me quiere con pasión.

Anda, vamos al campo, amado mío.

Pasaremos la noche entre cipreses;

de madrugada iremos a los huertos,

a mirar si florecen ya las vides,

si las yemas se abren

y si apuntan los brotes del granado.

Entonces te daré mi amor.

Huelen a amor las mandrágoras

se nos abren las yemas fragantes.

Frutas gustadas y frutas intactas

tengo guardadas, mi amor, para ti.


Encuentro, poema de autoría anónima incluido en el Cantar de los Cantares (siglo IV a.C.)

Ilustración: Early Spring (Fourth folio of the Paradise Sonata, 1918) de Max Švabinský

Cantar de los Cantares, Early Spring, Encuentro, Max Švabinský
Con la tecnología de Blogger.