Sí, es muy bello ver cómo dos, nada más verse, se cogen de las manos y, más tarde, se cogen por donde pueden –esto excita sobre todo a las naciones que suelen ir vestidas, puesto que las naciones que van desnudas no son tan lascivas y encima los carteristas tienen menos oportunidades, por tanto el hurto del bolsillo es menos frecuente y al cura también le resulta más fácil dar sermones–; el rey Carlos IV tuvo cuatro mujeres bellas y, si no se hubiera muerto de una pulmonía, habría tenido ganas de una quinta; él fue un gran experto en mujeres, para serlo es preciso saber distinguir entre una pasión verdadera y un simple placer; como bien indica el tratado del señor Batista, puede pasar que una mujer dé a luz a veintidós hijos y otra a ninguno, aunque se le venga encima la chimenea de una fábrica de cerveza… un hombre como es debido debe tener el miembro apropiado… sí, señoritas, ya lo dice el Libro de los Sueños: ver un gran miembro en sueños significa dignidad…
Clases de baile para mayores, de Bohumil Hrabal (1964)
Imagen: Penis, de Andy Warhol (1977)