emperifollados

Iain Pears

Jacky era de una de las figuras de mi boceto, y, por supuesto, mi favorita como tema. Era tan repugnante, tan ordinaria, tan vulgar, que no podía dejar de admirarla. Y era una modelo brillante, también. Un cuerpo como el de Afrodita, una cara como la de la Virgen y la capacidad de permanecer inmóvil durante horas en cualquier pose que le pidieras. Yo siempre he preferido mujeres a lo Rubens. Nada de esas enjutas figuras de Boticelli, todas ellas puntas y ángulos. Con Jacky tenías la opulencia de la forma redondeada y plena, embellecida por una piel carente de defectos que era como de mármol. Era la personificación de la fecundidad. Todo en ella era sensual, carnoso. ¿Qué mas se podía pedir?

El retrato, de Iain Pears (2005)
Dibujo de Federico Fellini (1963)

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