La revolución es una revolución del deseo. Se opone al abuso, al acoso y a la violencia. Y está a favor de un deseo donde las mujeres, las jóvenes, las lesbianas, trans, travas y otras identidades sexuales tengan voz, palabra, poder y piel. El freno a la violencia no es el puritanismo, sino, por el contrario, una pelea por el placer. Si en nuestra revolución no hay abrazo, sexo y postre, no es nuestra revolución.
Putita golosa, de Luciana Peker (2018)
Pintura: Blue in green, de Pulpbrother (2023)