La besa, la envuelve toda entera. No le toca el pecho ni el vientre ni el sexo, la estruja arriba en los muslos y en la cadera, ella enrolla las piernas en su cintura. Lo siente en el vientre; de tanto frotarse, él ha acabado corriéndose. Siente que él quiere darle parte de su fuerza, quitarle peso. Transpiran hondo, lamen las heridas del uno y del otro. Nadine se abandona en él, apaciguada un momento. Es amor lo que quiere meterle en el cuerpo y ella se abre entera para recibirlo.
Fóllame, de Virginie Despentes (1998)
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Ilustraciones de dvrkshines |